lunes, 25 de febrero de 2013

SERVICIOS SOCIALES, TRABAJO SOCIAL Y CRISIS


11.     INTRODUCCIÓN

             Se puede llegar a la conclusión de que lo que intenta hacer mediante este texto el autor es una reflexión sobre lo que está sucediendo en España. Todo ello debido a diversos factores como pueden ser la crisis y por lo tanto como afectan los recortes en el ámbito de los servicios sociales.

               Dichos recortes y época de crisis económica ha dejado en evidencia que el modelo de protección con el que contamos tiene algunas deficiencias y no estaba preparado para asumir estas consecuencias, sobre todo ante el aumento de la demanda en los sistemas de protección social por las situaciones de necesidad. 

               Tenemos que realizar una protección social y para ello no debemos de olvidar la idea de justicia social, en el ámbito moral y ético más que en el económico, dando así lugar a la importancia de dichos principios y valores. Hablamos del sector económico porque se ha alejado de los fundamentos éticos, arrasando muchos sectores tras de sí.


2.     ¿CRISIS O DESEQUILIBRIO ENTRE EL DESARROLLO HUMANO Y EL ECONÓMICO?

               Podríamos indicar que con todo ello, la crisis y el desequilibrio tan brutal que se esta dando, hay un aumento de nuevas pobrezas y la evolución en los perfiles de vulnerabilidad y riesgo de exclusión.

Por si no fuera poco esta crisis está azotando tanto a las personas como a las familias por partida doble dado que  esta cuestión está teniendo repercusión en la vida social de la gente, se ha producido una disminución de las redes de apoyo: de la familia, amigos… reducción de ocio y de la salidas por problemas económicos.

               Es decir, que cada vez es más evidente el incremento del analfabetismo relacional y la reducción del capital social. Asimismo, ha crecido la participación en las organizaciones religiosas, lo que se puede traducir en que no solo se trata de extender derechos sino también de que la esfera pública sea más cooperativa y participativa. Por otro lado, es muy difícil encontrar municipios o barrios donde haya buenas prácticas de intervención comunitaria.



3.     NUEVOS Y VIEJOS PERFILES DE POBREZA Y EXCLUSIÓN SOCIAL

               El concepto de pobreza está más relacionado con la carencia de recursos económicos, sin embargo, el término exclusión social, es un concepto que se vincula a los procesos y tiene en cuenta otros factores como las regiones con múltiples carencias, la ausencia de hogar o precariedad de vivienda, la falta de redes sociales, el riesgo de racismo o discriminación racial o xenofobia, el desempleo de larga duración, la ausencia de cualificación, empleo en precario, abuso de drogas, abandono escolar, problemas de salud, situación de dependencia…

               Los nuevos perfiles de la pobreza se completan entre personas que han perdido el empleo y personas que participan de manera positiva en procesos de inserción social y se han visto abocadas a la exclusión social.

               Entre los colectivos más afectados se encuentran las familias con menores a cargo en las que uno o más miembros mantienen largos periodos de desempleo y tienen cargas económicas, como hipotecas.

Por ello podemos observar que a día de hoy no hay ningún colectivo, a simple vista, que se pueda librar de esta crisis que tan duramente esté azotando dado que todos estamos, en mayor o menor medida,  expuestos a ser uno de estos nuevos perfiles de pobreza.


4.     IMPACTO DE LA CRISIS EN LOS SERVICIOS SOCIALES: AUMENTO DE LA DEMANDA DE SERVICIOS SOCIALES Y OTROS EFECTOS

               En los últimos tres años, se ha percibido un aumento de la demanda de prestaciones básicas de los servicios sociales en torno a un 55%, sobre todo de prestaciones ligadas a la cobertura de necesidades básicas, pero la crisis no solo genera problemas económicos, en muchas ocasiones está siendo necesaria una mayor intervención familiar desencadenada por el malestar y la crispación en la convivencia que tiene como causa la situación de desempleo y la imposibilidad de hacer frente a las necesidades familiares.

               Nos encontramos ante el aumento de la demanda en servicios sociales a los que llegan personas y familias que no habían acudido nunca antes, este aumento de la demanda no se ha visto acompañado de un incremento de los recursos humanos, técnicos ni económicos para poder afrontarlo, por lo que no se puede garantizar una buena praxis en la intervención social.

Por ello podemos indicar que si todo sigue así pueden ocurrir en nuestra opinión dos cosas; Los servicios sociales no puedan atender a todas las demandas que les vienen y por lo tanto dejar de lado o inmersos mucha gente en la pobreza. Por otro lado nos veríamos expuestos a atender las demandas y  por ello generar un endeudamiento, que a fin de cuentas se pagaría por las contribuciones de los usuarios, y por lo tanto también se verían afectados por ello.

               Es por ello que encontrarse en un estado de desempleo genera muchos problemas sociales, no solo económicos como hemos mencionado,  como por ejemplo el aumento de la delincuencia, los malos tratos a la infancia, desestructuración de las familias, problemas de salud mental etc.

               Finalmente tenemos que estar agradecidos a los servicios sociales de atención a las personas ya que ha sido una fuente de riqueza y generación de empleo, este servicio ha generado miles de empleos. Sin olvidar todo el apoyo que está dando en tiempo de crisis, adquiriendo el nivel de pilar fundamental de más de una familia, gracias a su buena gestión, efectividad y eficacia.

5.     NECESIDAD DE UNA MAYOR PARTICIPACIÓN SOCIAL

               Ante el aumento en la dualidad social se ve necesaria una mayor protección social, reforzar el papel de Estado, asimismo, se pone de manifiesto la necesidad de superar valores hiperindividualistas, por otros como la cooperación, la participación, la revalorización de lo comunitario y la redistribución y la información a través de la Red y sus entornos. 

               Sería conveniente vertebrar la iniciativa ciudadana para que tomase una posición de complementariedad a la hora de dar respuestas adecuadas a la población desde la respuesta de la solidaridad, de las redes sociales de amigos, familiares… , ya que debemos pensar que la acción política de los gobiernos debe hacerse desde las administraciones del Estado y desde las organizaciones sociales, contando con la acción voluntaria, además deben facilitar el fortalecimiento de las relaciones sociales y el sentimiento de pertenencia de la ciudadanía.

Por ello es de vital importancia generar una conciencia de cooperación, sumándose la gente al campo del voluntariado, porque solo así se lograra llegar a todas las personas necesitadas de apoyo y poder ofrecerles una mayor ayuda, y seguimiento. Para ello pensamos que se ha de haber una campaña de concienciación que pueda generar un interés en las personas y en las comunidades.

6.     EL VALOR AÑADIDO: LOS/AS PROFESIONALES

               El papel de los profesionales de la intervención social es muy importante, ya que hemos referido la necesidad de acompañamiento en los procesos de inclusión activa para evitar la exclusión, fomentando la autodeterminación y el autodesarrollo de las personas con las que se interviene.

               Muchos profesionales trabajan día a día con personas desde la proximidad y la cercanía. Conocen sus necesidades, sus inquietudes y tratan de contribuir a su empoderamiento para solucionar problemas personales familiares, pero también para intentar cambiar las estructuras sociales que generan desigualdades. Además, se comparten principios y valores que tienen relación directa con la defensa de los derechos humanos y la justicia social.

        Cabe destacar que se ha de retomar la dimensión comunitaria desde lo local y fomentar la participación social para transformar. Por ello hay que hacer una lucha unida contra la pobreza, en la defensa de las políticas sociales que garanticen derechos sociales a la ciudadanía, pero también es importante la forma en el que se realiza.

Para ello tal y como indicaba Freire, se podría hacer una educación critica. Aprendiendo conceptos pero siempre desde la propia opinión, derechos y realidades. Por ello habría que generar ese espíritu crítico que saldría a aflorar cuando más se necesita, por ejemplo negándose a una reducción de servicios, de profesionales… en el ámbito social.

7.     ALGUNOS CAMBIOS NECESARIOS

               Son muchas las organizaciones que plantean la necesidad de normas y controles para la economía del mercado, pero no solo eso, se necesita una educación en valores.

               Los servicios sociales se manifiestan en este escenario como la necesidad de una inversión estratégica fundamental para el futuro del país. Garantizan un destello de esperanza ante las situaciones tan abrumadoras y difíciles que se dan, son el apoyo de la sociedad.

Por ello se necesita una educación en valores, pensar que la conciencia del trabajo bien realizado también es importante y no solo la mentalidad de querer enriquecerse rápido, dado que una sociedad no es la suma de sus componentes, sino que es un todo, y por ello hay que actuar y pensar como tal.

CONCEPTO REDISTRIBUCIÓN


Los gobiernos deben tener en cuenta el impacto que todos los recortes en protección social están teniendo y pueden tener en esos colectivos, ya que las decisiones deben ser discutidas y sometidas a debate abierto con la sociedad, y además deben ser sostenibles. Mencionamos todo ello porque desde “arriba” no se puede contemplar del mismo modo,, una situación-realidad que sufre el “pueblo”  y si sometemos a votación popular todo, se podrían obtener diferentes resultados a favor de la sociedad, y no solo de los intereses de algunas personas.


               La garantía de derechos es fundamental así como avalar estructuras que sostengan los sistemas de protección social. Por ejemplo se deberían de hacer rentas mínimas de inserción de manera homogénea en todo el estado.


               La apuesta de la profesión en este manifiesto, supone también un compromiso con la ciudadanía, pero también supone un compromiso desde dentro, que afecta a nuestra forma de hacer, ya que, para garantizar la inserción social desde los servicios sociales debemos de trabajar por la calidad en la intervención, apostando por estructuras de servicios que garanticen la profesionalidad para posteriores itinerarios de intervención.


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