11. INTRODUCCIÓN
Se puede llegar a la conclusión de que lo que intenta hacer mediante este texto el autor es una reflexión sobre lo que está sucediendo en España. Todo ello debido a diversos factores como pueden ser la crisis y por lo tanto como afectan los recortes en el ámbito de los servicios sociales.
Dichos recortes y época de crisis económica ha dejado en evidencia que el
modelo de protección con el que contamos tiene algunas deficiencias y no estaba
preparado para asumir estas consecuencias, sobre todo ante el aumento de la
demanda en los sistemas de protección social por las situaciones de
necesidad.
Tenemos que realizar una protección social y para ello no debemos de olvidar la
idea de justicia social, en el ámbito moral y ético más que en el económico,
dando así lugar a la importancia de dichos principios y valores. Hablamos del
sector económico porque se ha alejado de los fundamentos éticos, arrasando
muchos sectores tras de sí.
2. ¿CRISIS O
DESEQUILIBRIO ENTRE EL DESARROLLO HUMANO Y EL ECONÓMICO?
Podríamos indicar que con todo ello, la crisis y el desequilibrio tan brutal
que se esta dando, hay un aumento de nuevas pobrezas y la evolución en los
perfiles de vulnerabilidad y riesgo de exclusión.
Por si no fuera
poco esta crisis está azotando tanto a las personas como a las familias por
partida doble dado que esta cuestión
está teniendo repercusión en la vida social de la gente, se ha producido una
disminución de las redes de apoyo: de la familia, amigos… reducción de ocio y
de la salidas por problemas económicos.
Es decir, que cada vez es más evidente el incremento del analfabetismo
relacional y la reducción del capital social. Asimismo, ha crecido la
participación en las organizaciones religiosas, lo que se puede traducir en que
no solo se trata de extender derechos sino también de que la esfera pública sea
más cooperativa y participativa. Por otro lado, es muy difícil encontrar
municipios o barrios donde haya buenas prácticas de intervención comunitaria.
3. NUEVOS Y VIEJOS PERFILES
DE POBREZA Y EXCLUSIÓN SOCIAL
El concepto de pobreza está más relacionado con la carencia de recursos
económicos, sin embargo, el término exclusión social, es un concepto que se
vincula a los procesos y tiene en cuenta otros factores como las regiones con
múltiples carencias, la ausencia de hogar o precariedad de vivienda, la falta
de redes sociales, el riesgo de racismo o discriminación racial o xenofobia, el
desempleo de larga duración, la ausencia de cualificación, empleo en precario,
abuso de drogas, abandono escolar, problemas de salud, situación de
dependencia…
Los nuevos perfiles de la pobreza se completan entre personas que han perdido
el empleo y personas que participan de manera positiva en procesos de inserción
social y se han visto abocadas a la exclusión social.
Entre los colectivos más afectados se encuentran las familias con menores a
cargo en las que uno o más miembros mantienen largos periodos de desempleo y
tienen cargas económicas, como hipotecas.
Por ello
podemos observar que a día de hoy no hay ningún colectivo, a simple vista, que
se pueda librar de esta crisis que tan duramente esté azotando dado que todos
estamos, en mayor o menor medida,
expuestos a ser uno de estos nuevos perfiles de pobreza.
4. IMPACTO DE LA CRISIS
EN LOS SERVICIOS SOCIALES: AUMENTO DE LA DEMANDA DE SERVICIOS SOCIALES Y OTROS
EFECTOS
En los últimos tres años, se ha percibido un aumento de la demanda de
prestaciones básicas de los servicios sociales en torno a un 55%, sobre todo de
prestaciones ligadas a la cobertura de necesidades básicas, pero la crisis no
solo genera problemas económicos, en muchas ocasiones está siendo necesaria una
mayor intervención familiar desencadenada por el malestar y la crispación en la
convivencia que tiene como causa la situación de desempleo y la imposibilidad
de hacer frente a las necesidades familiares.
Nos encontramos ante el aumento de la demanda en servicios sociales a los que
llegan personas y familias que no habían acudido nunca antes, este aumento de
la demanda no se ha visto acompañado de un incremento de los recursos humanos,
técnicos ni económicos para poder afrontarlo, por lo que no se puede garantizar
una buena praxis en la intervención social.
Por ello
podemos indicar que si todo sigue así pueden ocurrir en nuestra opinión dos
cosas; Los servicios sociales no puedan atender a todas las demandas que les
vienen y por lo tanto dejar de lado o inmersos mucha gente en la pobreza. Por
otro lado nos veríamos expuestos a atender las demandas y por ello generar un endeudamiento, que a fin
de cuentas se pagaría por las contribuciones de los usuarios, y por lo tanto
también se verían afectados por ello.
Es por ello que encontrarse en un estado de desempleo genera muchos problemas
sociales, no solo económicos como hemos mencionado, como por ejemplo el aumento de la
delincuencia, los malos tratos a la infancia, desestructuración de las
familias, problemas de salud mental etc.
Finalmente tenemos que estar agradecidos a los servicios sociales de atención a
las personas ya que ha sido una fuente de riqueza y generación de empleo, este
servicio ha generado miles de empleos. Sin olvidar todo el apoyo que está dando
en tiempo de crisis, adquiriendo el nivel de pilar fundamental de más de una
familia, gracias a su buena gestión, efectividad y eficacia.
5. NECESIDAD DE UNA
MAYOR PARTICIPACIÓN SOCIAL
Ante el aumento en la dualidad social se ve necesaria una mayor protección
social, reforzar el papel de Estado, asimismo, se pone de manifiesto la
necesidad de superar valores hiperindividualistas, por otros como la
cooperación, la participación, la revalorización de lo comunitario y la
redistribución y la información a través de la Red y sus entornos.
Sería conveniente vertebrar la iniciativa ciudadana para que tomase una
posición de complementariedad a la hora de dar respuestas adecuadas a la
población desde la respuesta de la solidaridad, de las redes sociales de
amigos, familiares… , ya que debemos pensar que la acción política de los
gobiernos debe hacerse desde las administraciones del Estado y desde las
organizaciones sociales, contando con la acción voluntaria, además deben
facilitar el fortalecimiento de las relaciones sociales y el sentimiento de
pertenencia de la ciudadanía.
Por ello es de
vital importancia generar una conciencia de cooperación, sumándose la gente al
campo del voluntariado, porque solo así se lograra llegar a todas las personas
necesitadas de apoyo y poder ofrecerles una mayor ayuda, y seguimiento. Para
ello pensamos que se ha de haber una campaña de concienciación que pueda
generar un interés en las personas y en las comunidades.
6. EL VALOR AÑADIDO:
LOS/AS PROFESIONALES
El papel de los profesionales de la intervención social es muy importante, ya
que hemos referido la necesidad de acompañamiento en los procesos de inclusión
activa para evitar la exclusión, fomentando la autodeterminación y el
autodesarrollo de las personas con las que se interviene.
Muchos profesionales trabajan día a día con personas desde la proximidad y la
cercanía. Conocen sus necesidades, sus inquietudes y tratan de contribuir a su
empoderamiento para solucionar problemas personales familiares, pero también
para intentar cambiar las estructuras sociales que generan desigualdades.
Además, se comparten principios y valores que tienen relación directa con la
defensa de los derechos humanos y la justicia social.
Cabe destacar que se ha de retomar la dimensión comunitaria desde lo local y
fomentar la participación social para transformar. Por ello hay que hacer una
lucha unida contra la pobreza, en la defensa de las políticas sociales que
garanticen derechos sociales a la ciudadanía, pero también es importante la
forma en el que se realiza.
Para ello tal y como indicaba Freire, se podría hacer una educación critica. Aprendiendo conceptos pero siempre desde la propia opinión, derechos y realidades. Por ello habría que generar ese espíritu crítico que saldría a aflorar cuando más se necesita, por ejemplo negándose a una reducción de servicios, de profesionales… en el ámbito social.
7. ALGUNOS CAMBIOS
NECESARIOS
Son muchas las organizaciones que plantean la necesidad de normas y controles
para la economía del mercado, pero no solo eso, se necesita una educación en
valores.
Los servicios sociales se manifiestan en este escenario como la necesidad de
una inversión estratégica fundamental para el futuro del país. Garantizan un
destello de esperanza ante las situaciones tan abrumadoras y difíciles que se
dan, son el apoyo de la sociedad.
Por ello se
necesita una educación en valores, pensar que la conciencia del trabajo bien realizado
también es importante y no solo la mentalidad de querer enriquecerse rápido,
dado que una sociedad no es la suma de sus componentes, sino que es un todo, y
por ello hay que actuar y pensar como tal.
CONCEPTO
REDISTRIBUCIÓN
Los gobiernos
deben tener en cuenta el impacto que todos los recortes en protección social
están teniendo y pueden tener en esos colectivos, ya que las decisiones deben
ser discutidas y sometidas a debate abierto con la sociedad, y además deben ser
sostenibles. Mencionamos todo ello porque desde “arriba” no se puede contemplar
del mismo modo,, una situación-realidad que sufre el “pueblo” y si sometemos a votación popular todo, se
podrían obtener diferentes resultados a favor de la sociedad, y no solo de los
intereses de algunas personas.
La garantía de derechos es fundamental así como avalar estructuras que
sostengan los sistemas de protección social. Por ejemplo se deberían de hacer
rentas mínimas de inserción de manera homogénea en todo el estado.
La apuesta de la profesión en este manifiesto, supone también un compromiso con
la ciudadanía, pero también supone un compromiso desde dentro, que afecta a
nuestra forma de hacer, ya que, para garantizar la inserción social desde los
servicios sociales debemos de trabajar por la calidad en la intervención,
apostando por estructuras de servicios que garanticen la profesionalidad para
posteriores itinerarios de intervención.
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