jueves, 16 de mayo de 2013

EL ESPACIO SOCIO-SANITARIO EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EUSKADI: UNA PROPUESTA FUNCIONAL DE ANÁLISIS.



En este artículo se analiza en profundidad la forma en la que se ha desarrollado en la Comunidad Autónoma del País Vasco, el espacio socio sanitario. Los autores relacionan el nuevo modelo asistencial debido a la creciente demanda por parte de los ciudadanos de emergencias y con el cuestionamiento del Estado de Bienestar. También se hablará del esquema típico ideal para la gestión de ese espacio socio-sanitario.

Deberemos pararnos en reflexionar cual es el papel que juegan los poderes públicos en la creación  no de condiciones favorables para la prestación de servicios que tienen que ver con la salud y el bienestar de las personas.

                     Las nuevas situaciones sociales de emergencia de nuevos y graves problemas de salud, como el sida, enfermedades crónicas, drogadicción, etc. serán algunas de las causas que hacen  que las modalidades y servicios asistenciales tradicionales queden obsoletos y que también muestren una gran incapacidad para atajar este tipo de situaciones donde será muy difícil conocer donde terminan los problemas sanitarios, y donde empiezan los asistenciales o sociales.

                     Todas las polémicas y debates planteados en este ámbito, deben servir para que todos hagamos un esfuerzo por diseñar y poner en marcha nuevos servicios comunitarios socio-sanitarios que contribuyan a la mejora de la vida humana.

                    Continuaremos definiendo el "espacio socio-sanitario", será un espacio que hace frontera entre la atención sanitaria y social, donde la atención de uno solo de estos sistemas es incapaz de solucionar los problemas de las personas que presentan ambos tipos de problemáticas.

                     Consideramos, que esta situación  no debería ser así, ya que el espacio socio-sanitario  deberá poder atender a todo tipo de problemáticas, podría estar especializado más en la atención sanitaria, puesto que ese será su cometido, pero debe estar capacitado para atender a los problemas sociales también.

Este espacio, está constituido, por las necesidades de una serie de colectivos que tienen en común, el estar afectados por enfermedades crónicas, terminales somáticas o psíquicas, cuya enfermedad necesitara un nivel de atención sanitaria compleja y continuada, que en general, hoy en día es cada vez más complicada de satisfacer estas necesidades de forma integral

  ¿Esto porque se debe? Pues porque nos encontramos con un Sistema de Salud, que en el ámbito de la atención a las necesidades sanitarias y sociales, las cuales surgen como consecuencia de las afecciones crónicas, se observa un vacío considerable del que los pacientes y familias afectados se quejan frecuentemente cuando dicen que, ante sus demandas, o bien se les deriva a los servicios sociales, o bien se les transfiere a ellos la responsabilidad de los cuidados o atenciones a las que precisamente se sienten incapaces de hacer frente.

                          Por tanto, la creación de un servicio de atención socio-sanitario de esta índole vendrá a resultar uno de los campos más novedosos y amplios del sistema de bienestar.

                          En este texto también nos explican cómo la asistencia sanitaria y la social, están, desde el punto de vista administrativo, claramente diferenciadas, haciendo especial hincapié en mostrar las actuaciones conjuntas.

                           Hacemos hincapié en que los problemas sociales que surjan con ocasión de la perdida de la salud, no son aspectos "estrictamente sanitarios" y que, por lo tanto, podrían no ser competencia suya, sino de las administraciones públicas con competencias en Servicios Sociales. Esto quiere decir que cada sistema público, debe asumir su parcela que estrictamente le corresponde y que, así mismo los Servicios sociales garanticen una continuidad de la atención de las consecuencias sociales que han podido ser provocadas por una enfermedad.

LEY DE ORDENACIÓN SANITARIA DE EUSKADI
(LEY 8/1997)

                               Todo empieza con el Plan de Salud/Osasuna aprobado por el Parlamento Vasco el 23 de junio de 1993, fruto de la preocupación ante los retos que se estaban cuestionando acerca de la política sanitaria. Lo más importante es que parte del derecho constitucional de los ciudadanos a la salud.

                               Sin embargo, últimamente, parece que hay una gran presión acerca de que algunos colectivos creen que la oferta de atención sanitaria es ilimitada. Esto no es así, ya que por ejemplo, cada vez hay más personas mayores, con lo que la atención sanitaria hacia este grupo de personas aumenta, con el consiguiente aumento del gasto.

                               Hay personas que creen que como las tecnologías son más sofisticadas y eficaces, les da derecho a exigir algunas prestaciones sanitarias de calidad, amparándose en su derecho. El cambio organizativo se debe sobre todo, a que quieren contener el gasto en el sector.
                    
                               En el caso del País Vasco, estas competencias de los servicios sociales las asumen las diferentes Diputaciones Forales: desarrollo comunitario, política infantil, tercera edad, condiciones femenina ocio y esparcimiento.

                               Asimismo, los Ayuntamientos asumen la responsabilidad de la prestación de servicios sociales, de promoción y reinserción social.

                               El problema es que si aumentan los recortes del Estado de Bienestar, mayor será el número de ciudadanos que necesite sus servicios, porque mayores serán las desigualdades. Los principios generales por los que debe regirse la Ley de Servicios Sociales son: solidaridad, igualdad, universalidad, prevención, integración, normalización, participación ciudadana, planificación, coordinación, cooperación y descentralización. Eso sí, el sistema de servicios sociales debe actuar coordinado con los servicios sanitarios.

                               Pero, ¿dónde terminan las competencias de salud y cuándo empiezan las de los servicios sociales? Tras esta importante pregunta se inició un gran debate, en el que ambas administraciones públicas llegaron a la conclusión de que es preciso buscar un espacio común, en lugar de pelearse por las competencias: es lo que se llama espacio socio-sanitario, cuya definición  propone José Antonio Aguirre Elustondo:

“Espacio socio-sanitario es todo aquel lugar donde se ubique una persona que presenta al mismo tiempo necesidades sociales y sanitarias; un espacio de encuentro entre ambos sectores en el que la intervención de uno solo de ellos resulta insuficiente”.

                               Esto se consigue con diferentes Acuerdos-Marco entre ambas instituciones, sociales y sanitarias, donde se especifican claramente todas las garantías de los beneficiarios, las competencias, responsabilidades y coordinación de cada una de ellas, etc., todo ello para lograr el objetivo más importante de todos: que no haya nadie desamparado.

 La voluntad de las partes está clara, pero el problema sigue siendo la escasez de presupuesto, lo que limita mucho la consecución de todos estos objetivos.

                            La atención continua a un enfermo de estas características, con una enfermedad discapacitante, exige la disponibilidad de asistencia y apoyo socio-familiar. Dependiendo de las características de la enfermedad, su necesidad de atención continua será mayor o menor, pero a veces las redes sociales son más débiles en unos sitios que en otros y no se pueden cubrir las necesidades socio-sanitarias como deberían.

                               Por eso es muy importante la creación de puestos de trabajo que agilicen la coordinación entre las diferentes instituciones, es decir, un sistema de gestión inter servicios. De este modo, se evitarían duplicidades, se agilizaría el papeleo y se darían facilidades para llevar a cabo todas las gestiones.

En nuestra opinión sobre el espacio socio-sanitario, e favorable a su aplicación. Es de lógica que un servicio sanitario y otro social estén perfectamente coordinados para poder atender en sus necesidades a cualquier persona independiente de por dónde ha accedido a este servicio.

                        Viendo la situación personal de cada uno, debería de haber un sistema de gestión inter-servicios, del que hemos hablado antes, para que se encarguen de buscar una solución al problema: no se le puede poner una persona en casa que no tiene ascensor, o que el piso no esté preparado para una silla de ruedas, y puede que esta persona no tenga el dinero suficiente como para adaptar la casa a su necesidad.

                        Por lo tanto viendo esta situación que he puesto como ejemplo, habría que buscarle una Residencia para que viviera, y así, estuviera atenido en condiciones. Todo esto supone un enorme trabajo burocrático que por sí mismo no se puede hacer: bancos, declaraciones de la renta, certificados medios, solicitudes.. etc.

                        Hay que procurar ayudarles, por lo que la colaboración socio-sanitaria es fundamental. 
                

                           


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