jueves, 9 de mayo de 2013

ZERBITZUAN




1.      LOS SERVICIOS SOCIALES FRENTE A LA EXCLUSIÓN.

                               Crisis: Pobreza, exclusión social y servicios sociales.
               
                La población española está sufriendo dificultades económicas graves  debido a la destrucción de empleo en los últimos tres años. La crisis, en gran parte ha sido debido a los costes altos de la vivienda que ha llevado a que las familias obtengan una mínima cantidad de ingresos, y encuentran imposible hacer frente a los gastos de mantenimiento mensual. La crisis ha hecho que la gente acuda a los centros de Servicios Sociales, en especial, a los centros de atención primaria.

                Cuando se habla con responsables y trabajadores de los Servicios Sociales locales, se percibe un malestar que no parece explicable sólo por el exceso de cara al trabajo que supone esta situación. Son frecuentes las opiniones acerca de la imposibilidad de dar respuesta adecuada a las situaciones que se presentan, y hay datos que parecen confirmar dicha percepción. Este malestar, como nos dice el texto, se expresa con frecuencia poniendo en duda que los servicios sociales deban gestionar las rentas mínimas, o a la aparición de demandantes de renta mínima “no excluidos”, para los que no se dispone de una oferta adecuada y que, con frecuencia, tampoco se sienten muy cómodos en los servicios sociales.

                Los Servicios Sociales antiguamente se les consideraba como “servicios para los pobres”, ahora quieren ser  “otra cosa”, donde se explicará mejor más adelante. Los Servicios Sociales han ido generalizándose, es decir, se ha producido un progresivo desarrollo de una red que ha llegado a casi todo el territorio. Éste ha ido extendiéndose, proporcionando un acceso universal. Los Servicios Sociales son actividades de información y orientación diaria, que se han centrado en responder a las demandas planteadas.

2. ¿PARA QUÉ SIRVEN LOS SERVICIOS SOCIALES?

         En nuestro país, se superponen dos concepciones de la acción social pública incoherentes entre sí. Por una parte, la concepción que heredamos del régimen de la asistencia liberal y que intentó modernizarse en los años sesenta y setenta en forma de asistencia social. La otra concepción distingue entre dispositivos institucionales encargados de atender diferentes partes de las necesidades de la población.

                Este modelo de Estado de bienestar se articula en torno a sectores de la acción social pública (sanidad, educación, garantía de rentas), y no de grupos de población. Su coherencia técnica, condición de su eficacia y eficiencia, deriva de atender una parte definida de las necesidades del conjunto de la población.

                La posición contradictoria de los servicios sociales entre estos dos modelos es comprobable en la percepción de la opinión pública y de los propios ciudadanos que los usan (que los siguen identificando con la 'beneficencia' o la 'asistencia social'), en las ambigüedades de su encaje institucional (los servicios sociales como plasmación de la competencia autonómica en 'asistencia social') y en la propia acción de los servicios.

2.1. La pervivencia del modelo de la beneficencia pública

                               La beneficencia pública fue, al menos como proyecto, el núcleo de un modo de acción social del Estado que Mariano Esteban de Vega, ha denominado 'asistencia liberal'. La beneficencia pública intentó poner en marcha una regulación pública y una racionalización de la asistencia a los pobres incapaces de trabajar, y modificó sustancialmente su estructura financiera. Como proyecto, contó con fundamentos teóricos y con una articulación programática relativamente sólida, aunque su desarrollo fuese muy contradictorio y limitado.

                El modelo de acción social pública sobre la pobreza de la beneficencia pública presentaba algunas características que es importante tener en consideración:
-La concepción de fondo era la de establecer un dispositivo de atención integral (social, sanitaria, educativa, laboral) para un sector de la población, el definido como pobre, no culpable.
-Una regulación del acceso caracterizada por el establecimiento de obligaciones del Estado sin reconocimiento de derechos a los ciudadanos. De ese modo, la beneficencia pública se diferenciaba de la acción graciable o voluntaria (que, por definición, no está obligada a nada)
-La fragmentación de la responsabilidad pública entre tres niveles territoriales (central, provincial y municipal). La Ley de Beneficencia de 1849 cambió la responsabilidad exclusiva municipal.

2.2. La división en sectores del Estado de bienestar
                               Los Estados de bienestar desarrollados se caracterizan, entre otras cosas, por la diferenciación de sectores en su seno. Aunque las necesidades y los problemas de las personas constituyen un todo en la experiencia de sus vidas, las instituciones del Estado de bienestar van estableciendo progresivamente segmentos de esas necesidades, cada uno de los cuales es atendido desde un sector de la política social.
                Esos sectores tienden a institucionalizarse de forma: Diferenciada; definen su objeto, establecen su modelo de atención y suelen articularse por medio de determinadas profesiones
                             En nuestro país, se habla con frecuencia de tres sectores o pilares, al que últimamente se le habría añadido un cuarto. Se trataría de:

1.       La garantía de ingresos (pensiones y protección por desempleo)
2.       La educación
3.       La sanidad  

                            

                Es esta 'asistencia social' la que aparece en la Constitución de 1978 y la que sirvió de base legal para que las comunidades autónomas pusieran en marcha sus políticas de servicios sociales. Pero los servicios sociales en cuestión, no se concibieron a sí mismos como un nivel asistencial, o no contributivo, de protección, sino como un sector autónomo.

                Los servicios sociales modernos en España han venido definiendo legalmente esta cuestión de un modo poco claro. Son frecuentes en las leyes definiciones inespecíficas (servicios tendentes a lograr el bienestar social y la calidad de vida de los ciudadanos) que poco dicen sobre de qué parte específica de ese bienestar se ocupan los servicios sociales, a diferencia de lo que sucede con la sanidad, la educación o la garantía de rentas (de las que sí sabemos de qué parte se ocupan). También, abunda la identificación de grupos y situaciones atendidas (mayores, menores, adultos, personas con discapacidad, mujeres, inmigrantes, personas con problemas de drogas, entre otros).

                Debería ser evidente que los servicios sociales no se ocupan de todas las necesidades de estos grupos (como lo hacía la beneficencia pública), pero en las leyes no queda nada claro de qué parte concreta de las necesidades de estas personas se ocupan.
               
                No hay una definición absoluta de servicios sociales, como ni siquiera es necesario que sus funciones se integren en un sector único y diferenciado de la política social. Los servicios sociales podrían no existir como tales, y las funciones que parece lógico atribuirles podrían ser ejercidas desde otros sectores.

¿Cuáles son esas funciones principales?

1.       El apoyo en lo cotidiano a las personas que han perdido autonomía
2.       La tutela y protección de los menores (pero también de personas incapacitadas o vulnerables a tratos inadecuados)
3.        El apoyo a las personas con dificultades especiales de integración social en sus procesos de incorporación.

 2.3. La situación de exclusión social
                               La multidimensionalidad de los problemas de inclusión hace referencia a la coincidencia en las personas en dificultad de diferentes problemas y  dificultades que afectan al objeto de más de un sector de la política social.

                Por otro, en muchos casos las personas en dificultad tienen límites importantes para gestionar esa complejidad o, mejor dicho, para gestionarla adaptándose a la diferenciación institucional de las políticas sociales.


Hay varios tipos de actuaciones:

                               Unas que no van dirigidas específicamente a las personas en dificultad, sino a incrementar la exclusividad de los diferentes sectores. Por otro lado, hay acciones que van directamente dirigidas a las personas en dificultad y tratan de construir procesos concretos de incorporación social. Por ello se trata de articular mecanismos que aseguren que, en cada sector, se eliminan barreras excluyentes, se abren oportunidades para las personas con más dificultades, se adaptan mejor los servicios a poblaciones diversas.

2.4. El papel de los Servicios Sociales

                               Una condición para la coordinación entre instituciones y la cooperación interprofesional es establecer con suficiente claridad la responsabilidad de cada una de las parte, por ello lo que se intentara aclaras es la idea de los servicios sociales contra la exclusión.

                               Para promover la actividad de dicho grupo una de las ideas, en el sistema educativo, podría ser el de la incorporación a las escuelas ordinarias de las personas con discapacidad. Ene l ámbito laboral una reserva de puesto de trabajo junto con la creación de un subsidio de garantía.

                               Por ello podemos decir que la actitud frente a dicho problema, la exclusión social, podría pasar por una política multidimensional, transversal o integral para la integración social de un colectivo excluido. Cuando hablamos de integración en la comunidad hablamos sobre la integración en espacios diferentes, como pueden ser de salud, empleo, trabajo… para ello se han de realizar varias ideas en este campo, que vienen a ser:

ü  Todo cambio necesita la energía de cada persona, por ello se debería de fomentar la idea de  desarrollar  de forma personal  la idea de que cada persona pueda conocer o mantener vínculos con personas en dificultad.

                               Por otro lado se debería de intentar identificar las dificultades, limitaciones, capacidades y oportunidades que se reciben para el desarrollo personal y su incorporación social debido a que al ser una población minoritaria y mal vista, no recibirían el trato de muchas personas del mismo modo y se les cerrarían muchas puertas.

                               El poder tener a una persona al lado siguiendo tus pasos, acompañándote, que te guie durante el camino y verifique que los pasos que das son correctos facilitaría el acceso y la incorporación de las personas a los diferentes sectores, todo ello enmarcado bajo un provisión o proyecto orientado al desarrollo personal a la integración en la comunidad de la persona misma.

                              Debido a esto, los servicios sociales tendrán que abordar algunos ajustes en su en su estructura para desempeñar sus responsabilidades en la acción contra la exclusión. Para ello se deberán de definir mejor  las responsabilidades de los mismos, siempre y cuando se reconozcan los derechos de los ciudadanos.

3. ALGUNAS LÍNEAS PARA EL DESARROLLO DE LA ACCIÓN DE INCORPORACIÓN

                               La última parte de este artículo presentará algunas ideas sobre el desarrollo de la acción de incorporación de los servicios sociales que creemos que pueden abrir unas perspectivas para la mejora.
                              
                 La acción de incorporación social de los servicios sociales, debe combinar los ejes, que presentaran analogías con diferentes formas de acción (individuales y colectivas) e incluso con métodos diferenciados de trabajo social. Sin embargo esta diferencias de lo individual y lo colectivo no debería llevarnos a una contraposición entre las dos formas de acción.

                Las acciones de tipo colectivo serán muy importantes, pues acompañar al usuario en su desarrollo personal pasara a fortalecer también los vínculos con otros individuos en su comunidad. La acción colectiva debe tener cuidado de dejar a los grupos más desfavorecidos excluidos. En muchos casos, la acción colectiva de los servicios sociales es vista como la tarea pendiente, ¿esto porque será? Pues podría ser por la gran demanda de atención individual que se requiere o por el poco convencimiento institucional sobre la utilidad de la acción comunitaria.
                               Debemos concebir la intervención comunitaria como una herramienta de intervención transversal, debería servir para complementar el resto de intervenciones del nivel individual o familiar.

*El trabajo comunitario debería permitir:
-Fortalecer las conexiones y red social de las personas con dificultades.
-Utilizar las entidades sociales como una forma de integrar a las personas con problemas.
-Desarrollar el apoyo mutuo de personas con problemas comunes.
-Incorporar a los sectores más débiles por problemas de dependencia o exclusión a las organizaciones ciudadanas.
-Denunciar y favorecer la participación de las propios grupos afectados.
                              
Convendría recordar también, que el trabajo comunitario constituye una de las finalidades con las que surge el nivel primario de los servicios sociales, y que justifica su carácter descentralizado y local. Llevar a cabo acciones que de verdad 'prevengan situaciones conflictivas, como lo drogadicción, etc.
                               También se destacara en el texto el acompañamiento del desarrollo personal, que será la tarea propia y central de los servicios sociales en las políticas de inclusión. Este proceso lo definiremos como el acompañamiento del desarrollo personal, pero en el contexto de la comunidad. Se debe partir de las capacidades de las personas para desarrollarlas y potenciarlas. Aun así, también se deberán tener en cuenta las limitaciones de las personas y los obstáculos que se interponen en sí mismos.

                               Por último destacaremos el concepto de proximidad, que hará referencia a la construcción de vínculos de cercanía y confianza entre personas en dificultades sociales. Esto supondrá que  la relación usuario - cliente no podrá hacerse como una representación burocrática "ciudadano- administración pública".
               
                En nuestro país la atención primaria ha construido un modelo de atención generalista. En la actualidad, muchas veces se interviene en las mismas situaciones de exclusión desde diversos estamentos sin que desde ninguno de ellos pueda asumirse la responsabilidad global de la intervención.
                 
                En resumen, se deberá hacer un primer contacto con el usuario, una vez hecho esto, podremos crear un diagnóstico, conoceremos sus problemas a la hora de enfrentarse a la sociedad. El trabajador social hablará con otros trabajadores sociales de otros ayuntamientos y entre todos  viendo los problemas que tiene las personas en la sociedad, los unirán y observaran creando así unas medidas colectivas y grupos de medida colectivos.

                En definitiva, la clave de todo este texto, consiste en dar a la persona atendida una capacidad de decisión autónoma sobre el contenido concreto del apoyo, aunque su dimensión esté limitada por un mecanismo estandarizado. Proporcionar a la persona un acompañamiento adecuado, el concepto de proximidad ya nombrado anteriormente y el trabajo comunitario, son las bases para conseguir el objetivo primordial de cualquier trabajador social: empoderar a la persona para que ésta tenga la capacidad para tomar sus propias decisiones y llevar las riendas de su vida.


                                         

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